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Lo que comenzó como un conflicto familiar terminó movilizando a toda una comunidad. Un menor de edad desapareció por más de 24 horas luego de huir de su hogar tras una discusión con su padre, desatando una intensa búsqueda y una ola de preocupación en redes sociales.
Doña Rosa, madre del menor identificado como Pedro, lo envió como cada mañana a la escuela. Sin embargo, el niño nunca llegó a su destino. Al notar que no regresaba a casa a la hora habitual, la angustia se apoderó de la familia. Inmediatamente, su desaparición fue reportada a través de redes sociales y grupos de WhatsApp, buscando cualquier pista sobre su paradero.
Durante la madrugada del miércoles, doña Rosa acudió a la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo en Playa del Carmen para interponer la denuncia correspondiente. A raíz de ello, se activó de inmediato la Alerta Amber.
Gracias al trabajo coordinado entre elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de Playa del Carmen y ciudadanos solidarios, Pedro fue localizado esta mañana en el estacionamiento del supermercado “Súper Aki” de Puerto Maya, en buen estado de salud.
Al ser resguardado, el menor explicó que había decidido irse de casa debido a los constantes regaños y gritos de su padre, quien —según relató— intentaba imponer disciplina mediante golpes. Pedro manifestó que solo quería tranquilidad para jugar en su celular y ver videos en TikTok.
Tras su localización, el menor fue trasladado junto a su madre al Grupo Especializado de Atención a la Violencia Familiar y de Género (Geavig), donde se realizaron las diligencias correspondientes y se desactivó la alerta.
Este caso pone de manifiesto una problemática creciente: no se trata simplemente de un “berrinche”, sino de una generación que, a menudo, expresa su malestar en silencio. La situación plantea la necesidad de repensar las dinámicas familiares, los métodos de disciplina y la salud emocional de niñas, niños y adolescentes.