• El decreto, con dos objetivos principales, busca reducir la adición de grasas trans a los productos y limitar la distribución de aquellos que contengan más del 2% de ácidos grasos trans en su contenido total.

Este miércoles, 20 de septiembre, marcó un hito en la lucha por la salud pública en México con la entrada en vigor del decreto que prohíbe las grasas trans en alimentos y bebidas. Sin embargo, mientras la medida toma efecto, aún se espera la publicación del reglamento que detallará cómo se llevará a cabo su implementación.

El decreto, con dos objetivos principales, busca reducir la adición de grasas trans a los productos y limitar la distribución de aquellos que contengan más del 2% de ácidos grasos trans en su contenido total. Estas grasas, presentes en alimentos procesados como pasteles, galletas, snacks, margarina y ciertos aceites vegetales, han sido asociadas con un aumento del colesterol en la sangre y un mayor riesgo de enfermedades cardíacas, según fuentes de El País.

La prohibición impactará en una amplia gama de productos populares y ampliamente disponibles en el mercado mexicano, incluyendo pasteles, galletas, dulces, tartas, cafés con crema de leche añadida, leche entera alta en grasa, manteca vegetal, palomitas para microondas, pizza congelada, masa refrigerada como galletas y bollos de pan, frituras como papas fritas, donas, pollo frito, crema batida y margarina en barra.

Este decreto, aprobado a principios de este año, tiene un carácter permanente y provocará cambios significativos en la cadena de producción de numerosas compañías en el país. Está fundamentado en recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha alertado sobre los riesgos para la salud asociados con las grasas trans.

Sin embargo, el decreto ha generado un debate sobre la eficacia de las regulaciones y prohibiciones como única estrategia para abordar problemas de dieta y obesidad en México. Algunos expertos argumentan que es necesario un enfoque más amplio que incluya la promoción del ejercicio, una dieta saludable y la educación alimentaria.

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