Marcelo Ebrard Casaubón, en sus primeras tientas en la dehesa ciudadana del país, lo primero que ha mostrado, sin demérito de un entusiasmo igual al de los otros aspirantes, pero acaso con una dosis más elevada de racionalidad política, es la decisión de conducirse de manera civilizada e institucional en el proceso, incluso desde ahora que aún no empieza.

A nuestra pregunta expresa, los dirigentes marcelistas Julián Ricalde Magaña, Guillermina Alvarado Moreno y Antón Bojórquez Mackay aseguraron que en la carrera a la candidatura presidencial el piso está parejo, no han sido presionados ni intimidados por altos funcionarios ni dirigentes para no participar o hacerse a un lado a favor de otros candidatos, pero sobre todo por el primer mandatario, el presidente nacional del partido, Mario Delgado Carrillo, o por la gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama Espinosa, a quienes —no del todo sin motivos— la opinión pública o por lo menos el imaginario opinológico han identificado con la jefa de Gobierno de la ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, e incluso han sido acusados de favorecerla, más los tres conferenciantes negaron, institucional y civilizadamente, dicha realidad que emana a diario de las decisiones, comentarios y conferencias mañaneras de López, muy al estilo diplomático —noblesse obligue— de Ebrard.

Marcelo Ebrard Casaubón, en sus primeras tientas en la dehesa ciudadana del país, lo primero que ha mostrado, sin demérito de un entusiasmo igual al de los otros aspirantes, pero acaso con una dosis más elevada de racionalidad política, es la decisión de conducirse de manera civilizada e institucional en el proceso, incluso desde ahora que aún no empieza.

A los aspirantes a candidata o candidato presidencial del Morena el presidente les adosó un sustantivo-adjetivo que a muchos no nos gusta por parecernos de mal gusto, pero sin duda tuvo muy buen tino al hacerlo, como suele tenerlo en cuanto a la sensibilidad popular se refiere: convirtió la contienda doméstica del Morena en un entretenido espectáculo que ha desdibujado, si no borrado, a todos los aspirantes opositores.

Todo mundo habla de las “corcholatas” —cada gesto del muy apreciado mandatario, sea cual fuere, se traduce en popularidad y aceptación—, como llamamos en México a los tapones metálicos de las bebidas embotelladas, y lejos de ser un epíteto negativo o denigrante —disvalor es el neologismo finisecular, tampoco muy correcto que digamos— representa una especie de nombramiento, de unción presidencial antes de la batalla por la inapreciable postulación del partido oficial, que siendo la del Morena se considera, para ser realistas, la antesala de la Presidencia de México.

Ayer, domingo, en la terraza de un conocido restaurante en una notable esquina de Chetumal, Bulevar Bahía (promovemos este galicismo español, en vez de la voz francesa Boulevard, aunque nadie nos pela) con Calzada Veracruz, una docena de líderes en el estado que apoyan al proyecto del canciller para ocupar la silla principal del Palacio Nacional se presentaron informalmente ante los medios de comunicación capitalinos —la rueda de prensa no fue formal porque aún no hay campañas, ni precampañas siquiera, pero sí una febril actividad de facto de las corcholatas— una docena de personajes prominentes del movimiento a favor de la postulación del secretario de Relaciones Exteriores, especializados geopolítica y profesionalmente, pero ante todo líderes comunitarios y cabezas de expresiones políticas —tribus ya no se usa, por la connotación primitiva, salvaje y atrabiliaria con la que en su momento el PRD más cerrero revistió al término—, como prolegómeno a la contienda presidencial interna del Movimiento de Regeneración Nacional.

Julián Ricalde Magaña, diputado de la XVII Legislatura local, integrante de la Jugocopo, que prudentemente se nombró a sí mismo “maestro de ceremonias” para no agandayar liderazgos ni perpetrar madruguetes  —suponemos—, pero que evidentemente descollaba entre los presentes, condujo el encuentro, teniendo el tino de proponer que cada uno de los exponentes se presentara a sí mismo, solicitándoles esa brevedad que siempre agradecemos quienes tenemos por oficio informar a la sociedad y adolecemos del síndrome del túnel metacarpiano.

Saludaron a los reporteros el representante de Marcelo y exparlamentario capitalino Ebrard, Fernando Abóitiz Saro; la exdiputada Guillermina Alvarado Moreno, coordinadora nacional de Morena Progresista; Antón Bojórquez, coordinador estatal de Movimiento Progresista y líderes locales muy conocidos, como el empresario Rodolfo Valle Villaseñor, encargado de Vinculación política, el abogado Adrián Chicatto Alonzo, especialmente inquieto en redes sociales, entre muchos otros y el incansable líder maya Alfaro Yam Canul.

Entrevistamos al caballeroso político, reconocido médico y mejor amigo Jesús Manuel Aguilar Ortega, coordinador del Distrito 02 para la expresión política Movimiento Progresista—que ejerce cotidianamente su profesión, lejos de ser un grillo vividor—, quien en sus respuestas tuvo la amabilidad de redactarnos medio Café negro. Ad litteram:

“Cada expresión tiene su estructura: Avanzada Nacional, Izquierda Unida, Morena Progresista… El motivo de la presencia de la exdiputada Guillermina Alvarado, de Fernando Abóitiz y el representante de AMLO Enrique (inaudible) fue convocarnos a las diferentes expresiones y estructuras que estamos trabajando a favor de Marcelo Ebrard para hacer un solo equipo e integrarlo en todas las actividades que vienen como una sola, como serán estos foros para recoger las propuestas de los expertos en sus áreas y poder tener una idea de las necesidades y de las visiones de cada una de las entidades federativas”.

El ex subsecretario de salud nos dio una nómina de los notables políticos quintanarroenses que apoyan al ex jefe de gobierno capitalino. Para que el lector se dé una idea, incluye hasta al connotado Premio Nacional de Química, extodo en el estado, Víctor Alcérreca Sánchez.

Muchos lectores, seguro, se sorprenderían.

LA DICHA INICUA…

El exalcalde de Cancún y hoy diputado por el distrito I de la XVII Legislatura, Julián Ricalde, fue impulsado en la anterior elección por el extinto partido Fuerza por México, pero en realidad es un legislador independiente que de facto tiene un cierto liderazgo en el Morena, en cuanto que es un valioso activo de izquierda para las huestes formalmente morenistas que apoyan a Marcelo Ebrard. No es el único caso de no-militantes que están trabajando en el impulso a esa postulación, así que más vale la pena hablar de nombres que de carreras en la Cuarta Transformanción.

Manuel Aguilar hace una mención no exhaustiva de diversos simpatizantes del Movimiento Progresista en la que se incluye al diputado petista Hugo Alday Nieto; al secretario general del Ayuntamiento de de Benito Juárez, Jorge Aguilar Osorio; a la diputada morenista Luz María Beristain Navarrete, y reveló que en otra estructura está el mencionado —no sabemos si priista o expriista— Víctor Alcérreca, extitular del Coqcyt. La inquieta, trabajadora y honesta diputada de la IX Legislatura Beatriz García Villanueva, que junto con Beristain estuvo promocionando en las redes sociales la presentación de esta estructura, más bien horizontal, seguramente estará hoy en una rueda de prensa homóloga que se llevará a cabo en Cancún, a las 10:00 hrs., en Fish Fritanga de la avenida Huayacán 105. Hay maestros, feministas, varios médicos y todo tipo de ciudadanos que creen en esta alternativa.

Por último, destacamos la presencia en el evento de ayer de Chetumal del legendario líder indígena y activista de Felipe Alfaro Yam Canul, que en su intervención fue muy expreso al afirmar que él se encargará de difundir el mensaje del canciller mexicano entre las comunidades rurales, pues desde luego es mayahablante.

HOMÚNCULOS

Pues sí que es todo un show, y se les agradece a las corcholatas divertirnos un poco. Claudia Sheinbaum, por su alegre simpatía de pandero, cascabel andaluz y sonrisa de Coque Muñiz, bien podría ser el personaje principal de El cadáver de la novia; Adán Augusto, por principesco, culto, ilustrado y amable, sería el protagonista de Beetlejuice. A Marcelo le casa muy bien Sulley, de Monster Inc, atolondrado y medio menso, pero bueno como el pan, y Monreal, a qué dudar, la haría muy bien de Sparky, el perrito de Frankenwinnie, que muere, lo revive su amo Andrés Manuel, vuelve a morir y de nuevo es vuelto a la vida, para al final

GRILLOGRAMA

Saca las palomitas…

La pugna mensaje trae

No digo por darte lata:

Si no naces, corcholata,

Disney te inventa, ¡me cae!

columnacafenegro@gmail.com

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