La resaca 2.0

NORMANDO MEDINA CASTRO Profesor y Periodista Ex Director de SQCS Ex Director del IEA.
NORMANDO MEDINA CASTRO Profesor y Periodista Ex Director de SQCS Ex Director del IEA.

Tender puentes o cavar abismos, dos acciones fundamentales en la política que siempre provocarán gran impacto en la vida pública como ha ocurrido con el anuncio que hizo el presidente de México de incorporar entre sus colaboradores a dos gobernadores a días de entregar el cargo, uno del PAN, Antonio Echevarría, y otro del PRI, Quirino Ordaz.

Parecía impensable que dos mandatarios estatales de los partidos políticos PAN y PRI, cuyas dirigencias pasaron de la oposición institucional al choque sistemático indiscriminado contra Andrés Manuel López Obrador y su gobierno, recibieran invitación de formar parte de la 4T una vez concluido su encargo.

El tono de enfrentamiento permanente de la alianza Va por México formada por el PAN-PRI y PRD, fue fijado por los grandes empresarios neoliberales mexicanos encabezados por Claudio X González, siempre cercano junto con su familia al ex presidente Carlos Salinas de Gortari, cuyos privilegios como la condonación del pago de sus impuestos fue terminado por López Obrador, igual que los jugosos contratos lesivos para el país con los que se beneficiaban.

La polarización del país proviene de las élites, de sus seguidores, empleados, simpatizantes y adyacentes afectados por un gobierno legítimo, elegido por una aplastante mayoría, y que conserva en la figura de AMLO más del 60 por ciento de la aprobación popular.

No todos los panistas, priístas y perredistas cobran los elevados sueldos y canonjías de sus dirigentes, ni piensan y actúan igual. En el caso del gobernador panista de Nayarit Antonio Echevarría y el priísta Quirino Ordaz Coppel que gobierna Sinaloa prefirieron la institucionalidad y el respeto entre niveles de gobierno, por encima del golpeteo estéril de sus dirigencias; los puentes por encima de los abismos.

La referencia que hizo López Obrador sobre la inseguridad y la violencia que imperaba antes del gobierno de Echevarría es justa. Nayarit era gobernada por el priísta Roberto Sandoval de manera infame con el terror institucionalizado a través de su fiscal estatal Edgar Veytia, el Diablo. Nayarit era un infierno de secuestros, asesinatos, levantones, desapariciones, despojos de ranchos, terrenos de alta plusvalía, bodegas, casas y empresas, con la participación y complicidad de notarías, legisladores, funcionarios, policías, comandantes, etcétera. Ahora ambos están presos: Sandoval en México y Veytia en Estados Unidos.

En lo local

Parece bizarro ordenar la intervención pública de Reyna Durán Ovando en representación del PAN durante los posicionamientos de partidos en el quinto informe del gobernador PAN-PRD, Carlos Joaquín. Si recordamos un poco, Reyna Durán inició en la XVI legislatura local como diputada del Morena y presumía que era de pura cepa morenista y obradorista, al tiempo que arremetía contra los “advenedizos” y “arribistas” que llegaban a las filas del partido fundado por AMLO bajo los valores de no mentir, no traicionar y no robar. Ahora con su nueva máscara a nombre de los panistas dijo que el gobierno joaquinista “ha aplicado grandes esfuerzos y por eso ha dado grandes resultados”. Menos mal que era morenista pura. Las demás intervenciones fueron igual de  huecas, como si fuera una legislatura joaquinista y no con mayoría del Morena y sus aliados. Un solo diputado ha sido coherente y políticamente correcto, el petista chetumaleño Roberto Erales, aislado por todos.

En fin, son cosas que pasan en nuestro país y en nuestro caribeño estado.

¡HASTA LA PRÓXIMA!

profenor1960@hotmail.com

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