A medida que se acerca la finalización de la temporada de pesca del mero y la veda del pulpo maya, las cooperativas pesqueras de la península han hecho un urgente llamado a las autoridades federales y estatales para intensificar los operativos de inspección y vigilancia, con el fin de frenar la pesca furtiva, que tiende a aumentar durante los meses de febrero y marzo.
José Luis Carrillo Galaz, presidente de la Confederación Mexicana de Cooperativas Pesqueras (Conmecoop), reveló que ya se han solicitado reuniones con personal de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) y con la Secretaría de Pesca y Acuacultura Sustentable de Yucatán (Sepasy) para abordar el problema del furtivismo y discutir estrategias para reducirlo.
Carrillo Galaz recordó que en años anteriores se han registrado incidentes en áreas como la “Caleta” en Progreso, Celestún, Dzilam de Bravo y Telchac Puerto, donde se han utilizado prácticas ilegales, como el uso de cloro en el mar, lo que afecta el ciclo de reproducción de las especies. La pesca furtiva durante la veda pone en riesgo los periodos reproductivos de varias especies marinas y afecta gravemente su sostenibilidad.
A pesar de que en 2024 se amplió la veda del pulpo maya en dos semanas, la cuota de captura no se alcanzó por completo, lo que pone en evidencia los desafíos que enfrentan los pescadores, especialmente cuando las condiciones climáticas adversas cierran los puertos y limitan la actividad pesquera.
Con el inicio de la veda del mero en febrero y la de la langosta en marzo, las cooperativas subrayan la necesidad de un mejor control y monitoreo en los puertos y áreas de pesca para evitar que la pesca ilegal continúe afectando a estas industrias clave. El líder pesquero también destacó que la falta de medidas adecuadas para la recuperación del mero ha generado un daño considerable a lo largo de los años, lo que pone en riesgo la estabilidad de la pesquería.
Por lo tanto, se hace esencial la cooperación entre las autoridades y las cooperativas para garantizar un futuro más sustentable para la pesca en la península y la preservación de sus recursos marinos.