Organizaciones como la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) y El Poder del Consumidor han puesto de manifiesto una preocupante situación: el 98% de las escuelas en México están vendiendo comida chatarra a menores de edad. Este alarmante hallazgo ha llevado a estas organizaciones a exigir a la Secretaría de Educación Pública (SEP) la emisión de nuevos lineamientos que prohíban la venta de estos productos en los centros educativos del país, similar a lo planteado en la reforma a la Ley General de Educación.
Después de una década de monitoreo sobre la venta de alimentos en las escuelas, estas organizaciones han destacado que la solicitud a la SEP, liderada por Leticia Ramírez Amaya, surge como respuesta a las crecientes epidemias de diabetes, sobrepeso y obesidad que aquejan al país, enfermedades de las cuales los niños y niñas no están exentos.