Las acusaciones de un lado y las justificaciones del otro, sin pruebas ambas, terminan por crear desencanto de la política y no abonan para mejorar la democracia del país.
Antes afines, por muchos años compañeros de luchas desde la corriente progresista del PRI que derivó en el PRD del cual fueron fundadores, Porfirio Muñoz Ledo y el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ahora se han distanciado y sostienen un diferendo público.
Quizás el muy experimentado político, Porfirio Muñoz Ledo, cuya carrera despegó con importantes cargos desde los años sesenta, no eligió el mejor foro ni la mejor compañía y en una reunión de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina, que preside el ya muy desacreditado y apabullado presidente nacional del PRI, Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas, con el histórico primer candidato priista perdedor de la presidencia de México Francisco Labastida Ochoa a su lado, se fue con todo contra AMLO.
Muñoz Ledo acusó a su viejo compañero de luchas Andrés Manuel López Obrador, de pretender heredarle al próximo presidente del país la alianza que tiene con el narco y remató diciendo que su Movimiento de Regeneración Nacional se ha transformado en un movimiento de degeneración nacional. El mandatario de México comentó que la gente de edad avanzada se encariña con el poder y calificó de “vulgar, sin fundamento y temerarias” las acusaciones de Muñoz Ledo y Labastida Ochoa, además exigió que presenten pruebas.
Los señalamientos de Muñoz Ledo, quien en julio cumplirá 89 años, y el priista Labastida Ochoa debían acompañarse de pruebas. o no pasarán de ser ofensas difamatorias que no ayudan al país. Tampoco ayuda que AMLO proteja a ultranza a todos sus colaboradores y a los gobernadores, legisladores o presidentes municipales empoderados a través de MORENA. Haber alcanzado el poder por ese medio no los hace mejores, ética o políticamente. El grave problema de la violencia y la inseguridad que padece México continúa en los gobiernos Morenistas. Incluso los cinco primeros lugares de homicidios dolosos por cada cien mil habitantes, corresponde a Estados que gobierna MORENA: Sonora con Alfonso Durazo, Michoacán con Alfredo Ramírez Bedolla, Colima con Indira Vizcaíno, Zacatecas con David Monreal Ávila, y Baja California con Marina del Pilar Ávila. Protegerlos al extremo fomenta la impunidad tan odiada por el mismo AMLO.
En lo local
Concluyeron las elecciones en Quintana Roo y la candidata del Verde-Morena-PT-FxM, Mara Lezama obtuvo una holgada victoria. Sobran las expresiones triunfalistas de varios de sus seguidores, algunas excesivas y fuera de lugar como el diputado Julio Montenegro que propuso a la XVI Legislatura local escribir en el salón de sesiones con letras doradas el nombre de la virtual gobernadora.
El abstencionismo fue de casi el 60 por ciento. Se emitieron 497 mil 22 votos por la gubernatura que son 40.45 por ciento del padrón. En consecuencia, los 280 mil 357 votos que obtuvo Mara Lezama que son más del 50 por ciento de quienes votaron, representan en términos reales poco más del 20 por ciento de las ciudadanas(os) del registro de votantes. Ese es su apoyo popular.
El gobierno PAN-PRD dejará una deuda de más de 20 mil millones de pesos, violencia, inseguridad, pobreza, falta de oportunidades y un enorme desencanto social. Enfrentar este reto requiere pertinencia.
NORMANDO MEDINA CASTRO Profesor y Periodista Ex Director de SQCS Ex Director del IEA.